Ella tenía un revólver en la derecha y una sonrisa en los labios. Nadie lo notaba pero estaba ahí, podía ver su sombra y la hebilla de su cinturón en forma de triángulo. A veces me daba cuenta que Celine era parte de mi imaginación.
Rara vez me hablaba, siempre generaba tensión en los lugares que aparecía, mirada fija, en el fondo me quería disparar y yo lo sabía.
Esa noche la niebla era espesa y se comportaba como una serpiente venenosa, con algo de vodka en el cuerpo llegué a la fiesta, sonaba Jaguar House, el ambiente se ponía pegajoso, no quería leer los mensajes de mi WhatsApp, me sumergí.
La niebla se había instalado en mi cabeza y las luces eran gaussian blur, pude divisar la figura de Celine frente a mí y escuché el disparo. Se paralizó el mundo, las siluetas a mi alrededor, Around The Bend, el sudor en mi frente y mi tranquilidad. Estábamos frente a frente y nos besamos, ella tenía un revólver en la derecha y una sonrisa en los labios.
